Certified Scrum Master (CSM) es la certificación de Agile más reconocida para los profesionales ágiles. Acá te cuento de qué se trata y cómo llegué a ella.
Profesionalmente, tengo muchas cosas por las cuales celebrar en el 2018. Ha sido un año lleno de altibajos, pero de muchísimo aprendizaje. Obtener la certificación como Certified Scrum Master fue uno de esos logros largamente atendido.
Después una experiencia muy enriquecedora en Sun Life Financial dirigiendo dos equipos Agile, uno web y otro móvil (Android y IOS), lo cual me permitió aprender enormemente sobre nuestros clientes y las últimas tendencias en el mundo financiero en lo que respecta a tecnología, empecé en mayo un «proyecto secreto» en Videotron, una de las mayores empresas móbiles de Québec.
No fue fácil: dejé dos equipos humanos que adoro por un proyecto secreto del cual no sabría nada hasta empezar mi primer día de trabajo. Eso es lo que hace Agile en nuestras vidas: dejamos de ser recursos humanos para convertirnos en equipos humanos. Conocí sus hijos, sus parejas, sus sueños, y sus vidas. Hice amigos con los cuales tuve el privilegio de compartir cada día de trabajo y con quiénes hoy sigo conservando una hermosa amistad.
Pero acepté este nuevo desafío con mucha expectativa. No sabía nada, sólo que se trataba de un proyecto secreto, de un laboratorio para lanzar algo nuevo y crear, en el mientras tanto, nuevas formas de trabajar.
La experiencia Fizz
En menos de un año, un equipo de 30 personas lanzamos al mercado Fizz, la primera empresa completamente digital de telefonía móvil e Internet de Canadá. Sin un solo kiosco de venta, nuestros clientes, los nuevos «millennials» (milenarios), adquieren nuestros productos e interactúan con nosotros totalmente en línea. Gracias a una oferta superadora (por ejemplo, «roll-over» -arrastrar- al mes próximo los minutos o datos no utilizados, premios de utilización y fidelidad y premios por participar en la comunidad ayudando otros fizzers), Fizz es todo un éxito. Y la verdad, más allá de todos los esfuerzos, he aprendido enormemente: formar a mis compañeros en la metodología Agile, crear procesos de cero ágiles y modernos en una compañía que necesitaba un cambio de 180º para llegar al mercado de los millennials lo antes posible, y dirigir las operaciones para llegar al lanzamiento.
Los aprendizajes de esta aventura
En tanta revolución, no tuve un sólo segundo para cumplir con uno de mis propósitos profesionales que me había dado a principios del 2018: certificarme de una vez por todas como Scrum Master. Pero en el último respiro del año, ¡lo logré! Y aquí les dejo algunos aprendizajes de esta maravillosa experiencias profesional:
- No se apuren: si aún no tienen un par de años de experiencia profesional (recomiendo al menos un año), no hagan la certificación por el mero hecho de tenerla. Compartí la formación con gente que no tenía ningún tipo de formación, y realmente sentí que estaban bastantes perdidos en las discusiones a veces. Creo que igual fue muy enriquecedor para ellos, pero no puedo decir que salieron siendo «Scrum Masters» verdaderamente.
- Existen dos certificaciones principales: una otorgada por la organización Scrum, cuya certificación se llama «Profesionnal Scrum Master«, y la otra es otorgada por Scrum Alliance, cuya certificación es «Certified Scrum Master» (también conocida por las siglas CSM). Elegí esta última porque aquí en Canadá es la más conocida y porque me gusta Scrum Alliance como organización personalmente. Aconsejo que se fijen qué formación se adapta mejor a sus necesidades personales y laborales, al país en donde se encuentran, etc. Hagan averiguaciones en línea, ¡todo está en línea!
- En mi caso, Scrum Alliance te envía el Scrum Guide bastante antes del curso. ¡Léanla! Especialmente si no tienen mucha experiencia en el terreno, es importante empaparse lo mejor posible y saber de qué se tratará el curso.
- En relación al punto 3, alguien que ya tiene experiencia en Scrum sabe muy bien que no se trata de un método matemático (estilo PMI) con fórmulas mágicas para resolver problemas. No esperen hacer una formación en donde les digan los pasos exactos a seguir para ser un Scrum Master exitoso. En mi post sobre Agile, ya explicaba que se trata de un método prueba-error que no estándar para todo el mundo por igual. Algunos se quejaban de que el curso parecía más un curso de «coaching» que un curso de IT. Pues bien, el curso es más que nada un cambio de mentalidad para aquellos que ven el desarrollo de software de manera rígida y procedimental.
- Uno de los activos más importantes del curso son los compañeros, por supuesto. Gente de diferentes compañías, con diferentes historias, formas de trabajar y pensar. ¡Escúchenlos! Aprenderán tanto como del instructor, y guarden los contactos, siempre es importante seguir compartiendo conocimientos. ¿Por qué no llamarlos a organizar alguna reunión local de Agile?
- Por último, luego de la formación, tenemos un tiempo bastante considerable para pasar el examen. ¡No se duerman en los laureles! El examen no es realmente difícil, se testea más si han entendido la lógica Agile que preguntas y respuestas técnicas. Recomiendo pasar el examen lo antes posible luego de la formación, cuando los conocimientos y las discusiones están bien frescas en nuestra cabeza. Y con esto último, ¡muchos éxitos!
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